Cuando tu joyería de oro es nueva, está brillante, pulida y reluce a la luz. Si no se realiza el mantenimiento adecuado, estas mismas joyas pueden volverse sin brillo, tener ralladuras e incluso decoloradas.
Las joyas de oro nunca han sido un mero accesorio de moda. En general, se consideran una inversión y casi siempre tiene un valor emocional, y no todos los días se compra una joya de oro.
Las joyas de oro no son algo que se pueda tratar de manera casual: usarlas y quitarlas a tu gusto o arrojarlas sobre el tocador al final del día. Tampoco es algo que simplemente deseches una vez que se rompa o pierda un poco de su brillo. El oro es un metal caro, y para sacarle el máximo partido a tu inversión es fundamental que lo cuides bien.
¿Con cuánta frecuencia se debe limpiar la joyería de oro?
El uso diario de tus joyas de oro puede eventualmente provocar un acabado opaco y una capa de suciedad. Esto es normal y se debe al polvo, el sudor y el maquillaje. La limpieza regular de tus joyas de oro se encargará fácilmente de esta acumulación y mantendrá tus preciadas piezas relucientes.
El agua y el jabón funcionan bien para limpiar la mayoría de las joyas de oro. Solo asegúrate de ser suave al fregar y siempre seca tus piezas lo más completamente posible.
Se sugiere limpiar tus joyas cada pocas semanas para que se vean brillantes. Sin embargo, no se sugiere un pulido continuo dado a que esto puede desgastar el metal más rápidamente. El objetivo es pulir las joyas con un paño de pulir cada pocos meses.
El almacenamiento adecuado de la joyería de oro
Si guardas tus joyas encima de su tocador, estás buscando problemas. Ese es el lugar más común donde las piezas se rayan y se exponen a productos químicos. El mejor lugar para guardar tus joyas es en una caja creada especialmente, similar a donde vienen las joyas cuando están nuevas. Las cajas o estuches de tocador que tienen ranuras individuales para anillos, collares, pulseras y más también son una buena selección.
Por lo tanto, la forma más ideal de almacenar cualquier joya es individualmente en su propio estuche. Sin embargo, esto no es solo lo ideal, sino que es esencial en el caso de las joyas de oro.
Dado que el oro es un metal blando, es probable que se raye con el simple contacto con otras piezas de joyería. La forma recomendada de almacenar las piezas sería en estuches de tela individuales. Alternativamente, cada pieza se puede cubrir con un paño suave o un pañuelo de papel antes de guardarlas en una caja de joyería espaciosa.
Evita el contacto con productos químicos
Asegúrate siempre de que las joyas de oro sean lo último que uses antes de salir de casa, solo colócatelas una vez que hayas terminado de aplicar cualquier producto cosmético y perfumes.
Definitivamente no deseas que tus joyas se expongan durante un tiempo prolongado a ningún tipo de producto químico, lo que puede dañar la integridad del metal. Uno de los peores enemigos del oro es el cloro, así que asegúrate de no llevar ninguna pieza de oro cuando entres en la piscina.
Las joyas de oro son vulnerables a varios productos químicos diferentes. Uno de los más notables como se mencionó anteriormente es el cloro. El oro que se expone al cloro repetidamente se debilitará y eventualmente se romperá. Esto significa que debes mantener tu oro fuera de las piscinas y jacuzzis.
Junto con el cloro, muchos productos de limpieza para el hogar también debilitan la joyería de oro. Estos incluyen principalmente ácidos fuertes, bases y abrasivos. Demasiada exposición a este tipo de productos puede debilitar tu oro y provocar su rotura.
Para evitar este tipo de desgaste, quítate las joyas antes de usar estos productos químicos o usa guantes largos de goma para cubrirlas por completo.
Inspecciona tu joyería de oro
Incluso si tus joyas de oro están bien mantenidas, el desgaste normal puede provocar debilidades en las partes más vulnerables de tus artículos. De vez en cuando, debes inspeccionar tus joyas de oro. Presta especial atención a las piezas pequeñas, como: cierres, engastes de piedras preciosas y alfileres.
Estas piezas son especialmente propensas a doblarse y romperse. Si notas algo que parece débil, faltante o doblado, llévela a un joyero profesional. En la mayoría de los casos, pueden restaurarse tus joyas de oro antes de que la pieza se rompa por completo.
No uses tu joyería en determinados momentos
Además de quitarte las joyas antes de la piscina, también debes quitarte las joyas de oro antes del baño y de cualquier deporte de contacto de alta intensidad. Si bien el uso de las piezas de oro durante el baño conlleva la posibilidad de que se acumule jabón, los deportes de contacto representan una amenaza de arañazos y abolladuras en las piezas, dado que el oro es un metal blando.
Pulido profesional de la joyería de oro
La limpieza es una forma de mantener el brillo de los adornos de oro de forma regular, pero nada se compara con un pulido profesional. Al menos una vez al año, debes visitar la misma tienda donde compraste tus joyas u otro lugar que ofrezca servicios de pulido, y así podrás la vida útil de tus piezas de oro.
Pulido casero de la joyería de oro
Además del pulido profesional que es totalmente necesario, también puedes pulir tu joyería de oro con un paño para pulir joyas que puedes comprar sitios especializados.
Sin embargo, ten en cuenta que no debes pulir el oro con demasiada frecuencia debido a que este proceso implica el uso de materiales abrasivos, elimina una capa superficial delgada de tus piezas de oro. Es por eso que un pulido extenso desgastará rápidamente a esta clase de joyería.
Entonces, te en cuenta todos estos consejos ya que te pueden ayudar a cuidar mejor tus joyas de oro. Considerando lo importante y valiosa que es tu colección de joyas para ti, aplicar estos consejos contribuirá a que tus joyas deslumbren todo el tiempo.
